Santa Inés de Montepulciano
Fundadora del monasterio de Montepulciano, en Toscana, Italia, Inés nació en 1268, y supo usar de su prestigio para sustentar el coraje de sus compatriotas puestos a prueba por las luchas intestinas que afligían, en aquel entonces a Italia. Después de su muerte, ocurrida el 20 de abril de 1317, su cuerpo, conservado intacto, fue objeto de un culto. Santa Catalina de Siena, que siempre tuvo una gran devoción para con Inés, fue en peregrinación a Montepulciano homenajear su santa. El Papa Benedicto XIII la canonizó en 1726.