Santa Zdislava de Lemberk

Originaria de Bohemia (República Checa), Zedislava se casó a los dieciséis años contra su voluntad, con un príncipe orgulloso y violento y que muchas veces colocó en prueba su paciencia de joven esposa. Tuvo cuatro hijos. Al saber que la Orden Dominicana se difundió en Polonia y en Prusia, convenció al marido a financiar la fundación de un convento en Gabel. Ella participó de su construcción con las propias manos.




Habiendo recibido el hábito de la Orden de las manos del bienaventurado Ceslau, fue fiel discípula de Santo Domingo. Se consagró, cada vez más, al servicio de los pobres, sin dejar de lado sus deberes de ama de casa. Antes de morir, en 1252, obtuvo la alegría de alcanzar la conversión del marido. Su culto, como “mujer de vida santa” memorable recuerdo, fue aprobado por Pio X, el 28 de agosto de 1907, e Juan Pablo II la canonizó el 21 de mayo de 1995, en Olomouc, Moravia.